La nena fue rescatada por la madre y auxiliada por Bomberos Voluntarios, quienes mientras la trasladaban al Hospital Pediátrico, le realizaron maniobras de RCP. La menor ingresó al centro de salud consciente.
Una valerosa asistencia y reanimación de una beba de solo dos años que había caído accidentalmente a una pileta transformó en héroes a tres efectivos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la capital correntina, incluyendo al comandante de la institución, quienes debieron reanimar a la criatura sin signos vitales perceptibles durante el traslado hasta el Hospital Pediátrico «Juan Pablo II». La menor se recuperó.
Ocurrió alrededor de las 9:30 de la mañana de ayer, en una casa ubicada por calle Rivadavia al 1.500 de la capital, donde una bebé de dos años había caído accidentalmente a una piscina con agua. Un descuido de segundos de sus familiares fue suficiente para que la desgracia se presentara.
Fue la madre de la beba la que logró sacarla del agua, al tiempo que solicitaban auxilio a través del 911. Un equipo de rescate de Bomberos Voluntarios, al mando del comandante Daniel Bertorello y los bomberos Nélida Sanabria y Martín Barrios, acudieron por cercanía de inmediato a la escena. Llegaron juntos con una patrulla de la Comisaría Tercera y recibieron a la nena con apenas un hilo de vida, por lo que de inmediato montaron un operativo sanitario de traslado hacia el Hospital Pediátrico «Juan Pablo II» con la patrulla haciendo punta, abriendo paso.
La acción coordinada de los bomberos en los trabajos de reanimación de la bebé permitió que un par de cuadras antes de llegar reaccione a la emergencia.
«Estos son los casos en los que ponemos todo nuestro conocimiento, capacitaciones y sentidos en práctica. La bombero Sanabria ni siquiera estaba de turno, llegó a la estación cuando surgió la emergencia y no lo dudó”, detallaron.
«Mientras yo conducía, ella y Barrios le realizaban las maniobras a la beba. La madre nos acompañó en la unidad. Pudimos salvarle la vida y eso para nosotros es grandioso», relató a época con total humildad y orgulloso del trabajo de su personal el comandante Bertorello.
Diario Época