El gas de Vaca Muerta llega a mercados en Chile, Uruguay y Brasil

Pluspetrol y PAE firmaron contratos para vender a países limítrofes y Lula recibirá fluido vía Bolivia. La falta de infraestructura condiciona la expansión.

Antes de exportar gas natural licuado (GNL) -un horizonte que demorará al menos dos años para el primer proyecto- Vaca Muerta ya encontró mercados para su shale gas más allá de las fronteras argentinas. Brasil es el principal interesado, incluso podría utilizar gasoductos ociosos de Bolivia, y en las últimas semanas dos grandes productoras cerraron acuerdos con Chile y Uruguay.

El denominador común de estos contratos es que no responden a la lógica estacional. Se trata de compromisos de largo plazo, apoyados en infraestructura existente y en proyecciones que dependen de inversiones para repotenciar gasoductos, tanto dentro del país como hacia la región. Sin esas obras, el desarrollo pleno del gas no convencional sigue condicionado.

A la ciudad de Neuquén llegó una comitiva del consorcio GásBra Energía, que representa a empresas industriales del estado de San Pablo interesadas en el shale argentino. Esa región de Brasil depende en gran medida de la generación hidroeléctrica, vulnerable a sequías como la de 2021, mientras que Bolivia, su proveedor histórico, enfrenta un declino sostenido de producción.

El gobernador neuquino Rolando Figueroa y su equipo, entre ellos el ministro de Energía, Gustavo Medele, y la ministra de Ambiente y Turismo, Leticia Esteves, recibieron a los brasileños encabezados por Marcos Maia, ceo de GásBra. “Estamos trabajando en un proyecto de más de 30 años, por lo tanto es estratégico tanto para Neuquén como para Brasil”, afirmó el ejecutivo.

El lamento (gasífero) boliviano

El desplome de la producción de gas en Bolivia obligó a la estatal YPFB a replantear su estrategia para no perder el mercado brasileño. A dos décadas del decreto de nacionalización impulsado por Evo Morales, el país produce actualmente menos gas que Vaca Muerta y busca reconvertirse en proveedor de servicios de transporte, con el shale argentino como respaldo.

“Brasil y Argentina son y serán potencias productoras de hidrocarburos, con inversiones de miles de millones de dólares en exploración y producción en el presal y Vaca Muerta durante la próxima década”, analiza el consultor boliviano Álvaro Ríos Roca, en un informe de su firma Gas Energy.

La producción boliviana alcanzaba los 61 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) en 2015, cayó a menos de la mitad en 2025 y se proyecta que descienda hasta 5 MMm³/d en 2035. En paralelo, el gas asociado del offshore brasileño y el shale argentino continúan en expansión. Entre la declinación productiva, la falta de seguridad y los altos precios, Argentina y Brasil optaron por el GNL como alternativa de abastecimiento.

Para Ríos Roca, una de las claves para sostener la industria mientras se esperan nuevos hallazgos exploratorios es que Bolivia se convierta en un aliado de Argentina para garantizar el tránsito de gas hacia Brasil. De ese modo, los gasoductos internos del país vecino podrían mantenerse operativos con mayores flujos provenientes del Gasoducto del Norte argentino.

De Vaca Muerta a Uruguay

Pan American Energy (PAE), controlada por la familia Bulgheroni, selló un contrato con la estatal uruguaya UTE para enviar shale gas destinado a la generación térmica. El suministro se realiza a través del Gasoducto Cruz del Sur, que conecta Punta Lara, en la provincia de Buenos Aires, con Colonia y Montevideo.

La tubería es operada por un consorcio integrado por PAE, la uruguaya ANCAP y las británicas Harbour Energy y Shell. Además, PAE y Harbour son socias en Southern Energy, el proyecto para exportar GNL desde el Golfo San Matías mediante dos buques licuefactores, previstos para 2027 y 2028. La iniciativa les permite mostrar capacidad de suministro firme y, al mismo tiempo, financiar parte de las obras en Río Negro.

UTE, la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas, es responsable de la generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica en Uruguay. Si bien el país suele importar gas argentino durante el verano, este acuerdo tiene una vigencia de un año. PAE informó que ya entregó siete millones de metros cúbicos de gas natural en la previa del inicio de la temporada estival.

Pluspetrol ofertó exportar a Chile por 52 años

Una propuesta inédita para el vínculo energético entre Argentina y Chile la presentó Pluspetrol. En una licitación de Transportadora de Gas del Norte (TGN) -controlada por Gasinvest, Tecpetrol y CGC- a pedido de la generadora chilena Colbún, la petrolera ofertó capacidad de exportación a través del gasoducto GasAndes por los próximos 52 años, a partir del 1° de enero de 2026. El compromiso se extiende hasta 2078.

El consumo de gas en la zona central de Chile ronda los diez millones de metros cúbicos diarios, de los cuales el 60% se abastece desde Argentina y el 40% mediante importaciones de GNL. Con esta operación, Pluspetrol busca capturar una porción estructural de esa demanda con gas proveniente de Vaca Muerta.

Con esta jugada, la compañía -una de las que más se transformó en el último año tras ampliar su presencia en el shale neuquino- apuesta a consolidar contratos de largo plazo en la región, en un contexto en el que las ventas externas avanzan más rápido que las obras de infraestructura necesarias para sostenerlas.

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