La madre de la menor señaló falta de respuestas por parte de la institución. “Nadie se hizo cargo, mi hija tiene asma y estuvo sola durante horas”, afirmó a 7Paginas. Desde el establecimiento escolar expresaron otra versión de los hechos.
Un grave episodio ocurrió el pasado miércoles 24 de abril en la Escuela Agrotécnica N°152 “Manuel María Calderón”, ubicada en la zona de Salto Grande, cuando una alumna fue rociada con gas pimienta por otra compañera dentro del establecimiento. Según relató su madre en diálogo con 7Paginas, el hecho sucedió alrededor de las 8:30 de la mañana y no recibió la atención adecuada por parte del personal escolar.
La adolescente, quien padece principio de asma, permaneció dentro de la institución durante aproximadamente cuatro horas sin asistencia de ningún docente ni autoridad. Fue contenida únicamente por compañeros y dos primos que también asisten a la escuela. Al regresar a su casa a las 13:20, expresó con dificultad: “Ya no puedo respirar más”.
En el hospital fue atendida tras una espera de cuatro horas, donde le suministraron oxígeno como primera medida. Durante los días siguientes, la joven presentó secuelas como tos persistente e irritación nasal. La madre también indicó que al menos seis alumnas más sufrieron reacciones en la piel por la exposición al gas.
Al día siguiente, la madre se acercó a la escuela para conversar con el equipo directivo, sin obtener respuestas claras. Desde la institución afirmaron que se trató de “un juego entre alumnos” y que lo único que podían hacer era organizar una charla con los padres. Además, la alumna señalada como responsable ya había sido mencionada en otros episodios similares, llevando a la escuela elementos peligrosos como navajas, gas pimienta y objetos punzantes, publicó 7 Páginas.
Desde el establecimiento
Una docente de la Escuela N° 152, escribió a La Región Digital, y expresó: “Ni bien nos enteramos del hecho, hablamos con la niña afectada, quien contó su versión de lo ocurrido. Ella iba caminando por el pasillo en el recreo y aspiró algo que habían tirado, no sabía que era hasta que le comenzó a arder la garganta y los ojos.
Esta versión coincidió con lo que dijeron las chicas que llevaron el gas y tiraron en el pasillo. Por supuesto que no está permitido y lo que se hizo luego de llamar a los papás de la menor afectada fue llamar a los tutores de las chicas que tiraron gas y hacerles un acta.
De hecho, una de las familias se acercó ese mismo día a dialogar y pedir disculpas por lo ocurrido.
Respecto de la nena afectada. Se llamó inmediatamente a la mamá para avisarle y al no responder se lo llamó a su papá que estaba en la casa con ella. No la fueron a retirar, tampoco volvieron a llamar para ver cómo seguía y no avisaron que era alérgica.
Estuvimos toda la mañana pendiente de la nena quien decía que le dolía la cabeza, pero se sentía mejor. Los compañeros la acompañaron también y las chicas, arrepentidas por lo que habían hecho también.
Te repito me comuniqué con el papá, le comenté y no me mencionó que era alérgica y tampoco fue a retirarla siendo que se les dijo. Tampoco llamaron para ver cómo estaba.
Si la nena hubiese mencionado que se sentía peor, que estaba empeorando, lo hubiésemos vuelto a llamar e insistido para que la busquen, pero ella decía que estaba mejor”.
