Decretan ajustes en INTA e INTI: buscan recortar presupuestos y despedir empleados

Los dos organismos descentralizados del pasarán a formar parte de la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Industria, respectivamente. Advierten que es el primer paso para ajustar presupuesto, despedir personal y deshacerse de parte de las 450 sedes del INTA.

Ajustes en INTA e INTI. El Gobierno nacional dio el primer paso para reformular la estructura del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). A través de un decreto, establece que ambos organismos, hasta ahora descentralizados y autárquicos, pasarán a depender directamente de la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Industria, respectivamente, ambas bajo la órbita del Ministerio de Economía.

En el caso del INTA, el decreto indica su transformación en un ente desconcentrado, figura que le permitirá conservar cierta autonomía técnica y funcional, pero sin personalidad jurídica ni patrimonio propio. Esto implica que la gestión operativa quedará bajo el control directo del secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, cercano a Juan Pazo, titular de la Agencia de Regulación y Control de la Administración Pública (ARCA). Así, Iraeta tendrá injerencia directa en contrataciones, compras, manejo de recursos humanos, pagos de salarios y otros gastos regulares.

Otro de los ejes del cambio será modificar la composición del consejo directivo del INTA, que actualmente tiene una mayoría del sector público-privado. Hoy lo integran tres representantes del gobierno (el presidente, la vicepresidente y la secretaría de Agricultura) y siete del ámbito académico y rural (dos universidades y cinco entidades del agro). El nuevo esquema busca reducir el peso de estos actores no gubernamentales, para que “en caso de empate, defina el Ejecutivo”.

Recorte de personal, cierre de sedes y centralización del presupuesto

La reestructuración del INTA no termina en lo institucional: es también el anticipo de un ajuste presupuestario y una poda de recursos humanos. A pesar de que el organismo ya redujo su planta en 500 empleados y cuenta actualmente con 6.400 trabajadores, el Gobierno apunta a una reducción más profunda. En palabras del ministro Federico Sturzenegger: “si sos un organismo descentralizado podés cobrar y hacer caja, contratar gente, expandirte” y advirtió que “a muchos organismos los vamos a volver a la administración central”.

El mayor interés del equipo económico está puesto en el INTA, un instituto clave para el desarrollo del sector agropecuario. Desde 2023, el equipo de Luis Caputo avanzó en controlar el organismo y neutralizar resistencias internas, aunque sin eliminarlas por completo. Recién en octubre pasado, Juan Pazo designó a Norberto Bronzovich como presidente del INTA, y ya en marzo, con el visto bueno de la Mesa de Enlace, redujo direcciones nacionales y creó nuevas coordinaciones, donde colocó a funcionarios afines.

El aspecto económico también es central en esta reforma. Según datos oficiales, el presupuesto del INTA al 30 de mayo era de $244.000 millones, aunque Sturzenegger estima que el monto real ronda los $400.000 millones. Actualmente, el instituto se financia con recursos propios definidos por ley, principalmente a través de un 0,45% de derechos de importación y el 31% de la tasa estadística. El objetivo es que esos fondos pasen al Tesoro Nacional, en un contexto en el que Caputo prometió al FMI un ajuste fiscal más severo.

El INTI también pierde autarquía y enfrenta resistencia interna

El INTI seguirá una ruta similar. Con un presupuesto estimado en $85.000 millones, dejará de ser un organismo autárquico y pasará a depender de forma directa de la Secretaría de Industria y Comercio, a cargo de Pablo Lavigne. El nuevo esquema fue acordado esta semana en una reunión entre Lavigne, Caputo y Sturzenegger, en el quinto piso del Ministerio de Economía.

Al igual que con el INTA, el objetivo es recortar el gasto administrativo, centralizar la gestión presupuestaria y reducir personal. La decisión fue comunicada la semana pasada al personal del instituto por Federico Mencarini, jefe de Gabinete de la Secretaría de Industria, y Miguel Romero, subsecretario de Defensa del Consumidor. Los funcionarios aclararon que la reforma era “por decisión del ministro Sturzenegger”.

La reacción de los trabajadores no se hizo esperar. Esta semana, empleados del INTI realizaron una protesta en la avenida General Paz y un “abrazo simbólico” al organismo, en defensa de su estructura actual y su autonomía. Aunque las autoridades no dieron detalles sobre la magnitud del recorte, dentro del instituto temen una nueva ola de despidos y la pérdida de funciones estratégicas.

Elonce con información de Clarín