
El día a día en la Escuela Primaria Rural n°39 «José María Paz», en Colonia San Justo, departamento Concordia, es un verdadero ejemplo de apuesta por la educación aún en las condiciones climáticas más desfavorables.
En el departamento de Concordia, donde el invierno se hace sentir con fuerza, hay una realidad que pocos conocen. Niños y niñas de escuelas rurales se levantan muy temprano para caminar hacia sus clases, enfrentando temperaturas bajo cero y caminos difíciles. Con -4° de temperatura, el frío es intenso, pero su determinación es aún mayor.
Estos pequeños héroes del campo caminan solos o en grupo, con mochilas pesadas y rostros sonrientes, hacia sus escuelas rurales. Allí, son recibidos con cariño por sus maestros, quienes se esfuerzan por brindarles una educación de calidad en un entorno desafiante.
A pesar de las dificultades, estos niños y niñas muestran una resiliencia admirable. Su amor por el aprendizaje y su deseo de superarse son inspiradores. En sus aulas, encuentran un refugio donde pueden crecer y desarrollarse, rodeados de amigos y docentes que creen en ellos.
La realidad del campo es distinta, pero estos niños y niñas nos enseñan que, con esfuerzo y dedicación, se pueden superar obstáculos y alcanzar metas. Su historia es un recordatorio de la importancia de valorar y apoyar la educación rural, para que estos pequeños héroes puedan seguir creciendo y cumpliendo sus sueños.
Resulta ejemplar el caso de la comunidad, tanto estudiantil como docente, de la Escuela Primaria Rural n°39 “José María Paz”, en Colonia San Justo, ubicada a unos 35 kilómetros de la ciudad de Concordia y a unos 12 kilómetros de Los Charrúas.
Carta de un docente
Compartimos las palabras del profesor Emiliano Vallejos, maestro de Música de la escuela, sobre el valor del compromiso con la educación en esta zona y este establecimiento en particular, aún en condiciones muy difíciles:
La escuela primaria está atravesada por múltiples factores externos que hacen que la educación sea un desafío permanente y constante. Sin dudas el trabajo de los docentes entrerrianos se multiplica aún en condiciones muchas veces desfavorables. El fenómeno económico y social impacta de lleno en la escuela y sus múltiples actores. La modalidad Rural en Entre Rios no es la excepción.
Como muchas instituciones de campo e islas de nuestro territorio nuestra escuela se encuentra a unos 45 kilómetros de la ciudad cabecera del Departamento Concordia, sobre la ruta provincial 28 al que solo se accede en vehículos particulares, ya que no hay ningún otro medio de transporte que llegue. Enclavada a 1000 metros de la antigua Estación Isthilart, Colonia San Justo. Los pueblos más cercanos son Colonia Ayuí y Los Charrúas.
La escuela es modalidad plurigrado, es decir agrupamientos de grados por ciclos (1°, 2° y 3° grado por un lado, 4°, 5° y 6° grado por otro).
Los docentes hacen un esfuerzo enorme para llegar todos los días, la mayoría de las veces a dedo. En situaciones de extremo calor o frio como los de estos días. Nuestros niños y niñas también. L mayoría de ellos provienen del asentamiento o barrio formado en las instalaciones de la vieja estación Isthilart del ex Ferrocarril Urquiza, otros de zonas y parajes rurales cercanos. Hasta la escuela llegan unos 22 niños en total, sin renegar de la escarcha helada, solo con ganas de aprender y esforzarse por un futuro mejor. Cuando los veíamos llegar nos estallaba el corazón de alegría y satisfacción, esa sensación de saber que no todo está perdido, que nuestros alumnos vienen a nuestro encuentro con alegría y compromiso. En la escuela se sirve el desayuno al principio y el almuerzo al final de la jornada, sobre mediodía.
Sin dudas la Educación en contextos rurales es un desafío permanente, y le hacemos frente todos los días, con mucho orgullo, a pesar de las dificultades y la situación social que se agudiza cada vez más, buscando mostrarles a nuestros estudiantes que hay otra realidad posible para ellos, que pueden construir un futuro mejor, que Argentina siempre sale adelante, publicó Ahora.