
El joven concordiense Juan Pablo Torales hizo público su enojo a través de las redes sociales, luego que dos inspectores municipales le impidieran tocar el acordeón en la peatonal de la ciudad, argumentando la vigencia de una ordenanza.
Torales narró que la situación se dio el pasado viernes 3 de enero, cuando los inspectores le solicitaron que no podía interpretar su música, argumentando sobre una nueva normativa vigente. “Dos inspectores municipales –en buenos términos, aclaró– me solicitaron que me retire y me informaron de una nueva ordenanza municipal, que prohíbe la venta ambulante y el arte callejero”, expresó en su publicación.
Para el artista, «no tiene relación una actividad con la otra, ya que una es una actividad comercial y la otra es una actividad artística que el que quiere colabora o no sin obligación». Igualmente, «al ser notificado, sin cuestionamientos guardé mi instrumento y me retiré del lugar con un sabor amargo y una tristeza que me invadió el cuerpo y mientras caminaba pensaba ‘que poco lugar y que poco interés se le da a un adolescente que valora su cultura y quiere crecer musicalmente'», indicó.
En este sentido, apuntó en contra de la ordenanza: «Evidentemente, quienes trabajaron en esa ordenanza ignoran la importancia del patrimonio cultural y del arte local. Como persona educada tomé mis cosas y me retire cuando me lo solicitaron, pero no quiero dejar de manifestar mi malestar y mi desacuerdo por qué si algo tengo bien en claro, es que a nadie he molestado, ni molestaré» remarcó, agregando que «es lamentable el grado de desinterés por quienes pusieron en vigencia está lamentable ordenanza» relató.
Vale mencionar que, en dicha publicación, el joven señalo «que esta actividad la llevo a cabo no por una necesidad económica, sino por amor a la música que llevo en mi sangre».
Diario Río Uruguay